Significado de la expresión HACERSE EL MÁRTIR
HACERSE EL MÁRTIR significa pretender dar lástima o inspirar compasión contando cosas tristes sobre uno mismo: desgracias que a uno le ocurren, sinsabores que uno sufre, etcétera. Es decir: decir cosas con las que uno, si hay suerte, puede ser considerado un gran sufridor y, en cierto sentido, un mártir, y hacerlo con esa intención de que a uno lo pongan, quienes reciben la triste información sobre uno dada, en un altar de honorables mártires.
Ejemplos de uso de la frase <<hacerse el mártir>>
- [Mujer, dirigiéndose a su novio, que se niega a acompañarla a una fiesta con el pretexto de que él no conoce a ninguno de los invitados a la misma:] No te me hagas el mártir. TVE-1,3-9-2008 [serie <<Amar en tiempos revueltos>>].
- [Comienzo de artículo sobre la exitosísima obra de teatro titulada <<Me cago en Dios>>:] Salvo cambios de última hora, se está representando de nuevo en Madrid, esta vez en un centro privado [tras hacerlo en un local subvencionado por el gobierno regional], la blasfema obra de teatro <<Me cago en…>>. Su autor, no sé si movido por la paliza que le dieron [en sentido figurado (en forma de multitud de críticas mediáticas)], por la querella criminal presentada contra él o por los sabios consejos de sus amigos, ha accedido a modificar el título y ha sustituido la palabra <<Dios>> por <<censura>>, con lo cual se hace el mártir* Santiago Martín. La Razón,19-5-2004. [* En la siguiente cita sobre el mismo asunto se ve mejor la intención, por parte del supuesto artista, de aparecer como un pequeño mártir, pues habla de que le persiguen, al parecer gente a la que le gusta cazar y con permiso nada menos que para matar (a gente como él, cabe suponer). Es decir, tira, como se señala en la cita, de victimismo (pobre víctima): “Íñigo Ramírez de Haro, autor de [la <<obra teatral>> de las de ahora] <<Me cago en Dios>>, un insulto y una ofensa a millones de católicos españoles, auspiciado y consentido desde una entidad subvencionada [por el gobierno de Madrid], denunció ayer que se siente perseguido por el PP [= Partido Popular], la Iglesia y una serie de medios de comunicación, que han provocado que <<haya de nuevo licencia para cazar y permiso para matar>>. Íñigo Ramírez de Haro insiste en aprovechar y explotar el filón de su mediocre y chabacana provocación [un gran éxito de público], y de paso envolverlo en un discurso victimista [el discurso de que, que si no se caga en Dios, mal para él en este mundo porque lo suyo no triunfa, y si se caga, también mal porque los cascarrabias de siempre –¡ay, y cuánto paleto hay suelto por ahí!– no entienden su arte y se lanzan con la palabra contra él]” (La Razón,6-5-2004)].
- El presidente del Gobierno [español José María Aznar], como la inmensa mayoría de jefes de gobierno de los países democráticos..está con Bush y contra Sadam [Husein], lo cual puede llevarle a respaldar la guerra [contra Irak que EE.UU. prepara] para liquidar su régimen.. [El presidente] Aznar espera que si hay guerra termine pronto y la gente olvide los penosos trámites previos (siempre los mismos: grandes movilizaciones [antigubernamentales con el pretexto de la guerra] de la izquierda..) para volver a la vulgaridad cotidiana, donde la seguridad es un factor que cuenta mucho a la hora de votar. No entro en lo justificado de esta guerra. Desde que se ha implantado la teoría (popularísima entre actores, modelos, cantantes y [con ironía:] demás especies filósofas) de que ninguna guerra está nunca justificada, no vale la pena discutir. La realidad lo hace mejor [media España anda a la gresca con la otra media con motivo del apoyo del gobierno español a esta guerra]. Pero Aznar está repitiendo machaconamente que él no cambia la seguridad, es decir, la lucha por una mayor seguridad internacional (a la que no viene contribuyendo mucho Sadam Husein) por un puñado de votos. Y no. Es totalmente absurdo que, ni siquiera para adornarse, para hacerse el héroe o el pequeño mártir, un presidente democrático contraponga seguridad a votos. ¿Desde cuándo los votantes no quieren seguridad? ¿Desde cuándo las políticas de firmeza contra la delincuencia, sea ésta nacional o internacional, no obtienen en las urnas el respaldo de la ciudadanía? Federico Jiménez Losantos. El Mundo,3-3-2003.
- Lo de hacerse el mártir no va conmigo. No me gusta hacerme el mártir. El salutífero ejercicio de hacerse el mártir lo dejo para los demás. Para ti, sin ir más lejos, que es una cosa que sé que te gusta mucho, aunque no me cabe la menor duda de que no vas a tardar ni un segundo en negarlo: ¡¿yooo, hacerme el mártir?!
Ejemplo suplementario
Seguro que había alguien deseando subconscientemente caerse en estos escalones para hacerse el mártir. Y para poner verdes a los propietarios del local, que es un supermercado que han cerrado por traslado del negocio a otro local. Pues ya no se va a poder hacer el mártir, porque el otro local es mucho mejor y como no le pidas por favor a alguien que te empuje y te tire al suelo va a estar difícil lo de caerse para así poder lloriquear por la caída.

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