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Significado y ejemplos de la expresión TONTO DEL CULO
La frase malsonante TONTO DEL CULO tiene dos significados:
- [Con matiz de sumo desprecio] Lleno de engreimiento o vanidad.
- [Con matiz de sumo desprecio] Verdaderamente bobo.
Ejemplos de uso
TONTO DEL CULO 1
Lleno de engreimiento o vanidad.
- [Comentario de un lector en un artículo publicado en el periódico alertadigital.com con el título <<La soberbia reacción de la infanta Elena ante una periodista: “¡A mí me llamas Doña Elena!”>>:] Soberbia, tonta del culo, y más fea que el futuro de España. ¡Es que lo tiene tó [= todo]! Alerta Digital,27-9-2022.
TONTO DEL CULO 2
Verdaderamente bobo.
- [Comentarios respectivos de dos lectores en un artículo del periódico alertadigital.com titulado <<Orgullo gay y decadencia de Occidente>>:] -[Lector 1º (Jaime)]..Pocas veces he leído un compendio de tantas burradas como en este sitio. Patriotismo, honor*… ¡Dios, da asco! El problema de los patriotas es que siempre han sido, son y serán anti democráticos. Por eso prefiero ser anti patriota que no anti democrático. -[Lector 2º (Albertotodo, en respuesta a Jaime)] Otro tonto del culo que aún no se ha enterado de que hace años que al poder y al capitalismo le sobran las patrias, las identitades y los patriotismos. ¿Sabes lo que es la globalización y el mundialismo, caracartón? Alerta Digital,29-6-2022. [* El patriotismo (el deseo del bien para la nación de uno) se considera por muchos en la España actual una cosa de lo más lamentable. Y el honor una cosa retrógrada, carca y aburrida que no encaja bien con la democracia laica o, lo que es lo mismo, anticristiana, que es lo fetén: Dios fuera, que molesta. En el fondo se trata de la decadencia a la que se alude en el título del artículo citado, decadencia occidental una de cuyas características es la falta de ganas por parte de un sector social excesivamente grande de plantearse obligaciones engorrosas si pueden evitarse, y ciertamente ambas cosas referidas (el patriotismo y el honor), como otras virtudes semejantes (la dignidad, por ejemplo) obligan moralmente, en primer lugar, a reflexionar, y en segundo, a actuar en consecuencia. O sea, un auténtico rollo. Mejor no tener moralidad, y ya puestos, tampoco cerebro, y así, muerto el perro, se acabó la rabia: sin moralidad, y sobre todo si además en la cabeza se tiene serrín en vez de sesos, no ha lugar a tener obligaciones morales y por tanto al incordio del esfuerzo para su cumplimiento. Como por otro lado siendo así, un pelele democrático, siempre se tiene la posibilidad de llamar tontos de culo a los que sí se molestan en pensar y en mantenerse en ámbitos existenciales de virtud, pues miel sobre hojuelas].
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