Significado y ejemplos de uso de la expresión SER UN ROLLO
La frase SER UN ROLLO significa resultar [alguien o algo] aburrido y/o fastidioso.
Ejemplos:
- Esa película no hay quien la entienda. Es un rollo. Un rollazo, para ser exactos. Por no decir, para no ofender demasiado a nadie, un coñazo.
- Estar en una ciudad extranjera en la que no se habla el idioma de uno puede ser un rollo si no habla uno ningún idioma extranjero. No puedes hablar con nadie, no puedes resolver fácilmente en absoluto los problemas que se te presentan…
- [La presentadora de televisión María Abradelo, en entrevista de Coché Echarren:] Y he llegado a hacer buenos amigos así [chateando]. A veces es un rollo total porque los chicos, irremediablemente, siempre quieren ligar, pero otras veces conoces a gente que está muy bien. MAN, noviembre 2000.
- [Resumen del texto precedente: En el citado acto celebrado en Colegio de Abogados de Valencia, el fiscal jefe Enrique Beltrán, contó una graciosa anécdota suya de 1961]. Más contemporáneo fue [Fernando] De Rosa [el decano de los jueces]. “..Un ciudadano se dirige a un funcionario para preguntar por su asunto (que era una apelación). El funcionario se gira y en voz alta pregunta.. : ¿Alguien sabe algo del rollo de este señor? Y el señor, indignado, dice: Oiga, será un rollo para usted, yo me juego mucho dinero”. Lydia Garrido. El País,11-6-2002.
- Además de embusterillos, [los futbolistas] son monótonos en sus primitivas declaraciones, son un rollo. Cuando pierden y les ponen el micrófono en la boca, suelen decir siempre lo mismo, igual que cuando empatan o ganan. No son creativos. Y no digamos ya en los previos de los encuentros: <<Sí, somos los favoritos, pero no hay que perderle el respeto al contrario…>>. O, como diría Raúl [quizá la máxima estrella del Real Madrid]: <<Sí, bueno…>>. Chapete. La Razón,8-1-2004.
- [Fragmento de tertulia en plató televisivo entre varios periodistas y una mujer transexual (una persona que nació hombre y que ahora dice (y dicen) que es una mujer):] -[Periodista] Cuando te miras al espejo, ¿cómo vas notando el cambio de tu cuerpo [el llamado “cambio de sexo”]?.. Ponte de pie. [Se pone de pie y da una vuelta sobre sí misma*, mientras desde el público le llegan gritos femeninos de <<¡guapa!>>. La periodista, ante lo muy ceñido de sus pantalones, alude a lo difícil que tiene que ser conseguir que no haya bulto en la entrepierna (por genitales masculinos)]. -[Transexual] Es muy marcadito [lo que llevo]. -[Periodista] Muy complicado de llevar. -[Transexual] Voy a ser totalmente sincera. Creo que siendo sincera la gente comprende todo. Y yo me expongo mucho siendo sincera, pero lo voy a hacer. Yo, como todos sabéis, no estoy todavía operada genitalmente. Esto se llama compresores. Me los traen de fuera, de Estados Unidos.. Esto,..en lo que consiste –soy sincera, me duele mucho serlo, pero creo que la gente lo va a entender muchísimo mejor–. No se te marca absolutamente nada. Me parecería superantiestético [= super+anti+estético] que algo se me marcara.[..] Lo que hace es comprimir muchísimo, para parecer absolutamente plana. Y, bueno, ésa es la realidad. [Aquí pasa a disculparse por parecer descocada, pero se justifica argumentando que está en el programa <<Dolce Vita>>, y añade:] Claro, vengo a <<Dolce Vita>>, no voy a un documental de La 2 [TVE-2], que es un rollo. ¡Es un rollo! [Aplausos del público]. Telecinco,28-7-2007. [* El género generalmente usado en estos casos (el de mujer transexual u hombre “convertido” en mujer) es el femenino].
- [En entrevista de Alberto Fernández-Salido y Carlos Serrano Barrie a Alfonso Sánchez-Tabernero (decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra)*:] -[Alberto Fernández] ¿Cómo es el retrato medio de un alumno de periodismo actual? -[Alfonso Sánchez] Es supercrítico con lo que tiene delante y nada crítico consigo mismo. Tienes un alumno que no va a clase, sólo piensa en la noche joven, y le dices: <<¿Qué tal la carrera?>>. Contesta que tiene dos profesores que son un rollo, a cuyas clases nunca va, y otros dos que son buenísimos a cuyas clases tampoco va. ¿Qué más te da que sea un rollo, si no te enteras? Esto no es una defensa del gremio, porque creo que una facultad no puede tener dos profesores rollo y dos no rollo. Intento hacer ver a los alumnos que lo más importante de sus años de universidad es el esfuerzo que ellos pongan. La Razón,19-10-2003. [* Entrevista extraída del libro <<Copiar y Pegar>>].
- [Texto de una postal imaginaria mandada desde Menorca a Barcelona por un matrimonio que está de vacaciones, compartiendo una casa con otro matrimonio:] Saludos, hermanita, desde la casita de Menorca. Esto es un pequeño paraíso. Lo malo es que las cosas no están saliendo con la otra pareja como pensamos. Clara y Roberto viven tiranizados por sus propios hijos y es un rollo. Yo no sé si es que tienen el síndrome de la paternidad tardía o qué, pero el caso es que sus niños están mimados que da asco. Cada vez que se tropiezan van corriendo a abrazarles y darles besitos. Así que los niños, que ya se lo saben, se tiran la plancha. El País,20-8-1994.
- [Fragmento de artículo en el que se dice que la cultura, la inteligencia y el humor siempre han sido pesimistas:] Aquel gran estadista [español] odiado por la Izquierda y los nacionalismos, Cánovas del Castillo, recelaba de los optimistas*. <<Son los más peligrosos de los hombres. Llenos de alegres, cuanto fútiles pensamientos, y poseídos de esperanzas insustanciales, son ellos los que siembran de ordinario la inútil semilla que produce la mala hierba>>. Alfonso Ussía. La Razón,12-2-2008. [* El actual presidente del gobierno español da imagen de optimismo, y de hecho anda vendiendo, como aparente mercancía principal electoral, que ellos son un partido de gente alegre y sonriente (y no como la oposición, que son un rollo de gente)].
Ejemplo suplementario
Ya estoy cansado y aburrido de andar por aquí viendo los alrededores del pueblo. Vámonos ya de aquí. Andar por aquí es un rollo; a mí lo que me gusta es que todo esté lleno de gente y de coches. Vámonos a un sitio menos tranquilo y donde no esté todo lleno de piedrecitas y de hierbecitas, que ésa es otra. Vámonos. Que, dicho sea sin ánimo de ofender a ningún amante de la naturaleza, éste no es lugar para las personas, sino para las cabras, o para las ovejas, o para las vacas, yo qué sé; en fin, para los cuadrúpedos que pasten por aquí, que no sé cuáles serán. Ni que fuéramos borregos o cornúpetas, por aquí por estos sitios sin alicientes.
¡El campo, qué aburrimiento! Como dijo un neoyorquino al que le enseñaron no sé qué sitio rural que sale en El Quijote: “Mí no gustar campo. Ser un rollo de padre y muy señor mío, que decimos en Nueva York. Mí querer volver al metro de Nueva York”. Se ve que trabajaba en el metro. No me extraña que quisiera volverse a su ambiente. Menuda diferencia. Y aunque no fuera Nueva York, que es una pasada. Cualquier ciudad, mucho mejor. Es que es un rollo esto. Estos sitios así, para las cosechadoras y esas cosas, bien; pero fuera de eso, contra natura total: el hombre es un ser social y no está hecho para vivir fuera de las ciudades: ahí, en todo el mogollón de las urbes es donde está su hábitat natural, y no entre nidos de pájaros.
Menos mal que ya nos hemos vuelto. No me gusta el campo, no es un sitio divertido ni donde uno pueda encontrar diversión ni buscándola con lupa. A menos, claro, que le pongan una discoteca o algo así, para amenizarlo. O cafeterías donde tomar algo. Los agricultores son héroes; porque tiene mucho mérito trabajar ahí, por los bancales. Parece el lugarcito inventado ex profeso para que le den a uno ganas de decir al verlo: “¡Uf, qué rollo! ¡Me muero de aburrimiento! ¡Si lo veo un minuto más me entra la depre!”. La dichosa depresión, que entre unas cosas y otras siempre está ahí buscando cómo echarte la zarpa. Y sólo faltaba que encima la ayudáramos yéndonos a mirar mariposas y saltamontes por el campo. No, gracias.
Qué cosa más aburrida es el campo. No hay más que verlo para darse cuenta inmediatamente de lo aburrido que es. Es un rollo, como dice mi sobrino el mayor, que dice mucho esa expresión (y también, dicho sea de paso, no sé qué otra de tirarse el rollo o algo así, una cosa de los jóvenes y que no entiendo).
Pero ya nos hemos vuelto y ya ha terminado el latazo. A ver si tengo suerte y no me llevan más de excursión a un sitio que yo me sé y que yo me callo.

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