Significado de la expresión ESPAÑA INVERTEBRADA
La expresión ESPAÑA INVERTEBRADA significa España entendida como nación que no sólo no acaba de conseguir una unidad sólida, o suficientemente sólida como para que tenga una mínima garantía de perdurabilidad, sino que, redondeando y con el paréntesis de la dictadura franquista (1939-1975), durante su último siglo de existencia (siglo XX) ha venido estando acosada por movimientos políticos fracturadores de una unidad que, curiosamente, es, junto a la rusa, la más antigua entre las naciones europeas (además de ser la más inalterada en sus fronteras).
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- De ese permanente riesgo de fractura se habla en este diálogo de una entrevista de Jesús Amilibia al antropólogo José Antonio Jáuregui: -[Jesús Amilibia] ¿No cree que España corre el riesgo de fracturarse [a consecuencia de los movimientos separatistas que padece]? -[José A. Jáuregui] Todo el país es frágil. Pero yo siempre tengo en cuenta lo que me dijo un policía en [el aeropuerto de] Barajas hace años. Cuando iba a Los Ángeles y le dije <<¡guarden ustedes a España!>>, me respondió: <<No se preocupe usted; los españoles llevamos varios siglos intentando destruir España y no lo hemos conseguido>>.[..] -[Jesús Amilibia] Dice que incluso los nacionalistas [regionales] que proclaman su condición de no españoles no pueden <<desespañolizar>> su cerebro ni sus adicciones a la paella, al jerez, a las fiestas.. Quizá su deseo de no ser españoles sea muy español. -[José A. Jáuregui] Algo así decía [el historiador Salvador de] Madariaga. <<Ojalá no fueran tan españoles esos nacionalistas>>, dijo con ironía. No querer ser español es muy español (La Razón,28-6-2004).
- Al riesgo de fractura por falta de solidez se lo denomina desvertebración: <<El desprestigio de la vocación militar, casi arrinconada en la clandestinidad social mientras los tunantes priápicos y demás vocingleros de la tele son elevados a modelo de comportamiento, es uno de los daños colaterales del acoso que, contra España y desde la Transición [al tipo de gobierno actual], vienen acometiendo las convenciones progres, que han logrado interpretar como valor intelectual el desprecio al patriotismo español y a quien escoge servirlo. Esto, concediendo al mismo tiempo una aureola romántica y un aval intelectual a cualquier otra forma de patriotismo, mayormente el periférico, que acarree la desvertebración de España, que una España vertebrada y no avergonzada de su propia bandera se les antoja así como cosa de fachas. Esta coacción moral urdida para estigmatizar el patriotismo español vinculándolo con una suerte de residuo fascista llegó a contagiar incluso al propio Ejército, que en sus campañas de publicidad evidencia cierta vergüenza de sí mismo y prefiere proyectarse como una organización de caridad antes que como una defensa del país mediante las armas.[..] Ya hay en las tertulias quien intenta imponer vergüenza al Ejército por haber servido a España>> (David Gistau. La Razón,14-12-2002)].
- Y al efecto de la acción de aumentar dicho riesgo de fractura nacional también se lo denomina desvertebración: <<Un alto dirigente socialista me llama para hablarme..de que el Gobierno planea..suprimir el Ministerio de Cultura y, en su política de desvertebración de España, transferir a las autonomías todas sus competencias.[..] La lengua española constituye el máximo tesoro de la cultura iberoamericana. Resulta impensable que se defienda en el mundo desde las comunidades autónomas, algunas de las cuales [con otra lengua, de ámbito regional, aparte de la común española] están sumergidas en una política aldeana y miserable de combatirla. Pero no sólo es el idioma. El teatro, el cine, las artes plásticas, la música, la ciencia, precisan de una gestión política nacional, por encima de los intereses autonómicos o municipales.[..] Es un disparate liquidar el Ministerio de Cultura>> (Luis María Anson. El Mundo,25-1-07 [El Cultural])].
Ejemplos de uso de la expresión <<España invertebrada>>
- [El filósofo José] Ortega [y Gasset] habló de la España invertebrada sin contar con ese insecto de 22 patas [la selección española de fútbol] que se mueve por el césped es capaz de levantar pasiones más hondas y más instantáneas que la Viagra. David Torres. El Mundo,21-6-2008.
- Ortega y Gasset..publicó en 1921 un breve volumen [titulado <<España invertebrada>>] con el que ponía el dedo en la llaga de la decadencia nacional.. Santiago López Castillo. La Razón,3-6-2004.
- Por eso se detiene [en su libro de 1921 España invertebrada el filósofo José] Ortega en la contestación que Fernando el Católico dio [en el siglo XVI] al embajador florentino cuando éste le preguntó cómo era posible que <<un pueblo tan belicoso como el español>> hubiera sido conquistado tantas veces: <<La Nación es bastante apta para las armas, pero es desordenada, de suerte que sólo puede hacer con ella grandes cosas el que sepa mantenerla unida y en orden>>. Pedro J. Ramírez. El Mundo,1-7-2012.
- [El vicepresidente del gobierno español Alfonso Guerra] Ha hablado sobre <<La vertebración de España>>.[..] Nuestro Leonardo [da Vinci], en una única y breve lección, ha destrozado al que hasta ahora había sido filósofo primero de España [el autor de <<España Invertebrada>>: Ortega y Gasset].. Y además, de paso, don Alfonso Guerra ha lapidado a [el autócrata mantenedor de la unidad de España fallecido en 1975] don Francisco Franco con una losa aún más pesada y dura que la del Valle de los Caídos [el lugar de su sepulcro]. Le ha borrado de la Historia con una revelación inobjetable. Era un <<analfabeto político>>. Y punto./ Destrozado Ortega..y lapidado Franco, don Alfonso Guerra se convierte en la única luminaria de nuestro páramo filosófico y de nuestro desierto político. He aquí la esencial destilación de su pensamiento: <<España está vertebrada>>. ¡Si lo sabrá él, que nos está quebrajando las vértebras! Jaime Campmany. Crónicas del Guerra (libro* de 1993). [* Libro recopilatorio de artículos sobre Alfonso Guerra escritos por Jaime Campmany en el periódico ABC. El texto citado es de su artículo en el ABC del 23-2-1985].
- El todo vale, la diosa fortuna me asiste, ha llevado a [el presidente del gobierno español Rodríguez] Zapatero a rodearse, con las debidas excepciones, de gentes incompetentes. <<El error habitual, inveterado, en la elección de personas, es el sistema más evidente de que no se quiere en verdad hacer nada, emprender nada, crear nada que perviva luego por sí mismo>>, escribió en España invertebrada [el filósofo] José Ortega y Gasset. Luis María Anson. El Mundo,13-6-2008.
- [Ya nos advirtió [el filósofo] Ortega [y Gasset] en su siempre actual <<España invertebrada>> que la <<ausencia de los mejores>> en la dirección de la sociedad la conduce a épocas de decadencia y trastorno. Estamos instalados ahora los españoles en uno de esos malos períodos, tan recurrentes en nuestra historia, desde que [los atentados terroristas perpetrados en Madrid] el 11-M de 2004 y lo que sucedió después [el aprovechamiento político que se hizo de la masacre] abriese en canal las entrañas de nuestro país y se desatase entonces el peor de los revanchismos tanto en lo político como en lo cultural. Ha comenzado en España, de la mano de un Gobierno reactivo y de una intelectualidad sectaria, un episodio crítico verdaderamente grave porque los problemas colectivos crecen en una progresión geométrica y las soluciones compartidas no se atisban y las que se perfilaban como buenas han sido desarregladas. José Antonio Zarzalejos. ABC,21-8-2005.
- [El filósofo José] Ortega tituló el último capítulo de su libro [de 1921 España invertebrada] Imperativo de selección y esbozó así su conclusión: <<Si España quiere resucitar es preciso que se apodere de ella un formidable apetito de todas las perfecciones. La gran desdicha de la historia española ha sido la carencia de minorías egregias y el imperio imperturbado de las masas. Por lo mismo, de hoy en adelante, un imperativo debiera gobernar los espíritus y orientar las voluntades: el imperativo de selección>>. Pedro J. Ramírez. El Mundo,1-7-2012.
- [El filósofo] Ortega y Gasset acierta al describir con logrado efectismo, principalmente en España invertebrada y en La rebelión de las masas, la universal vulgarización del mundo con ocasión del ascenso de las masas al dominio planetario. Javier Gomá Lanzón. ABC,8-3-2008 [ABCD las Artes y las Letras].
- Ha muerto un sabio español. [El historiador] Luis Vázquez de Parga.[..] En un país con tan poca nobleza intelectual como éste, es lógico que su muerte haya pasado inadvertida. Sólo ha merecido una nota pasajera en la humillante sección de necrológicas en algún periódico y eso gracias a la intervención de los amigos. Se quedó corto Ortega cuando habló de la España invertebrada. El mal que nos invade es más profundo. No es que este país carezca de estructura ósea. Parece que también se ha quedado sin cartílagos e incluso hoy la médula de España es confusa, emulsiva y algo apestosa. Muchos ciudadanos sienten la necesidad casi agónica de encontrar en la política y en la cultura una base sólida y noble en que apoyarse para sobrevivir moralmente. Esa base no existe. Manuel Vicent. El País,13-11-1994.
- [Comienzo de artículo titulado <<España invertebrada>>:] Hace unos años –no más de diez ni menos de cinco– usted escribió un artículo sobre la permisividad del Estado, que, a buen seguro, no era políticamente correcto, pero en el que traslucía una actitud genuflexa del Ente jurídico. En esas estamos. Y, sin querer ser agorero, más bien pelín realista, hay que evocar la obra de Ortega que lleva por título el que preside estas líneas.. El referente del pensador español, hoy se matizaría con <<madrileño>> [en favor del localismo en boga y en perjuicio de la idea unitaria nacional], de la misma manera que el papanatismo autonómico obliga a decir el tenista catalán o el motociclista mallorquín, pretende dar una interpretación de la España actual.[..] Este país, llamado España aunque sólo sea para Eurovisión,..va a la deriva.[..] Desde la aprobación de la Constitución [de 1978], los diversos gobiernos se han mostrado generosos con las mal llamadas autonomías históricas. Se ha tratado de compensar la laceración a que se vieron sometidas durante la dictadura [de Franco terminada en 1975].[..] Nunca ninguna nación o región –Cataluña, Euskadi, Galicia– tuvieron mayor autogobierno, más competencias. Pero los nacionalismos no se paran y ahí siguen ahítos. Santiago López Castillo. La Razón,3-6-2004.
- La España invertebrada de nuestros maestros es ya la España descoyuntada de nuestros hijos*. Las bondades de la Transición [tras la muerte del autócrata Francisco Franco al régimen actual], que no son pocas, tienden a compensarse con los excesos autonómicos, que son muchos. Vuelven los caciques territoriales y, tras la fractura traumática, la incapacidad funcional que sirve, por ejemplo, para que, desde una gripe a una operación de reasignación de sexo –así le llaman–, sean distintas, hasta en su tratamiento, en Huesca y en Torrelavega, en Jaén y en Palencia. Manuel Martín Ferrand. ABC,27-8-2005. [* Fragmento de artículo a propósito de la aprobación en el Congreso español, el anterior día 30, del nuevo estatuto de autonomía de Cataluña, en cuyo preámbulo queda establecido que la hasta ese momento región autónoma catalana pasa a ser, a efectos jurídicos, una nación: <<La abrumadora propaganda que va a caer sobre los catalanes –que ha caído ya– hará muy difícil salirse de lo políticamente correcto, que, allí y ahora, no es otra cosa que un dócil <<sí>> al Estatuto. Nos tememos lo peor para quienes se atrevan a hacer campaña a favor del <<no>> (Alejandro Muñoz Alonso. La Razón,3-4-2006). Al día siguiente de este texto de Alejandro Muñoz, escribe por su parte Alfonso Ussía en el mismo periódico: <<ya los gallegos han dicho que son nación, y que su origen está en los suevos, supina horterada según el gallego [ex alcalde de La Coruña] Francisco Vázquez. [El nacionalista gallego] Anxo Quintana, que era un provinciano de Galicia, se ha convertido en un suevo de mucha nación. Y [el presidente de Andalucía Manuel] Chaves, que nació en Ceuta.., ya se ha decantado por la nación, y ha manifestado su deseo de que Andalucía sea reconocida como identidad nacional.[..] Y animado por la gamberrada de Chaves, nos llega desde nuestras Islas Canarias un mensaje de nación a lo grande emitido por Adán Martín, Presidente de Canarias: <<Es bueno que se haya aprobado el Estatuto de Cataluña, y hay que aprovechar la ocasión para convertir el archipiélago canario en una nación>> (Alfonso Ussía. La Razón,4-4-2006)].
- El jueves se produjo en el Senado [español] una situación para la hemeroteca. A los representantes de las 17 autonomías..se les ofreció un pinganillo para la oreja. Siete traductores, de vasco, gallego, catalán y valenciano, pusieron acento al momento con sus traducciones por algo más de 6.500 euros de jornal. Es el caro disparate de las lenguas [caro disparate a cargo del bolsillo del contribuyente, obviamente] en una España que [a pesar de poseer una lengua común hablada por todos (al menos por todos los políticos)] necesita intérpretes para debatir.[..] Hemos pasado de la España invertebrada de Ortega a la España traducida y con subtítulos. Cinco lenguas y siete intérpretes para que España se entienda… Con auriculares. Rafael Martínez Simancas / J. Gómez. El Mundo,28-6-2009 [Crónica].
- releer esta semana [el libro del filósofo José Ortega y Gasset España invertebrada (1921)] obliga a reconocer con tristeza su vigencia en cuanto atañe a la política y la sociedad Pedro J. Ramírez. El Mundo,1-7-2012.
- [En entrevista de Miguel Mora y Jesús Ruiz Mantilla a Xavier Ballesteros y Rafael Metlikoviez (poetas teatrales de Cataluña):] -[Miguel Mora] ¿Se hunde España? -[Xavier Ballesteros] ¡Madre no hay más que una y me tuvo que tocar a mí! Mientras sea el Reino de España esto es indivisible. ¡Este país parece una guardería! Lo que produce curiosidad es que todavía haya un país que se llama España. Si desapareciera, se acabaría de cuajo el problema de la España invertebrada [pues ya se sabe que muerto el perro se acabó la rabia]. El País,23-8-2005.
- Hay puesto a la venta en Amazon un libro diferente sobre el tema de más candente actualidad en España en la fecha en que estas líneas se escriben, 22 de octubre de 2017, que no es otro que el de siempre de un tiempo a esta parte: el de la desvertebración nacional, el ya clásico tema de la orteguiana España Invertebrada. Para verlo basta escribir en Google su título: “Juegos funambulistas”. Y para leer sus dos primeros capítulos de forma gratuita basta con hacer clic sobre su portada. Sus respectivos títulos, los de esos dos capítulos iniciales, son: “Expaña la irrompible” y “España la casposa”, que van inmediatamente seguidos de los titulados “Hay que parirla sin caspa”, “Y hay que parirla con poltronas”, “Puta España la casposa”, etc. El resto del libro, que es aproximadamente igual de extenso (bastante) que el de Jiménez Losantos “Lo que queda de España”, o posiblemente más, se puede leer por el simbólico precio de 3 euros. Está escrito en clave de humor; en primer lugar porque el esperpento sobre el que trata ridiculiza a juicio de su autor, que es quien esto escribe, cualquier pretensión de aproximación normal (las de tipo académico-engolado y tal) al mismo, y en segundo lugar porque no hay nada más serio que el humor (objeción a un editor al uso que no tuve (ni me molesté en buscarlo): “¿Que va de cachondeo, dice usted? ¡Pero qué me dice, oiga! ¡Lo que va de cachondeo es lo que está pasando! Además es que sucede, mire usted por dónde, que no hay nada más serio que el humor, como sin duda usted muy bien sabrá pero prefiere no recordar para estar en consonancia con los timoratos tiempos de autocensura que nos han tocado en suerte, ¿verdad que sí?”). Su descripción en la antedicha editorial mundial empieza así:/ “Ejercicios satíricos sobre el modélico proceso de autodestrucción de –quién te ha visto y quién te ve– una antiquísima nación imperial”. Es en lo que se ha estado desde la muerte del defensor a ultranza de la unidad de España que fuera el que tras su muerte en 1975 empezaron a decir que, claro, es que se apropió de la idea de España, y así cómo va a poder sobrevivir como nación, si está claro que se va a identificar a la nación española (acosada por los nacionalismos disgregadores desde finales del XIX) con el franquismo, según lo cual si no la defiendes, malo porque no la defiendes, y si la defiendes casi peor porque como la defendió un dictador, y a su manera, pues cómo vas ahora a comportarte de esa forma tan dictatorial, por Dios: no, no puede ser; ahora, con lo de la democracia, no se puede hacer lo mismo que hacía un dictador y encima militar, qué horror, quita, quita. La descripción prosigue, resumidamente, así: “¿Le gusta a dicha nación acaso jugar con el fuego de su unidad? ¿Cree tal vez que puede realizar alegremente y sin consecuencias el peligrosísimo ejercicio de funambulismo sobre la cuerda floja de sus jueguecitos regionalistas antinacionales?” (justo ahora me parece recordar que algo así decía también Losantos en el citado libro suyo: más o menos que cómo se podía ser tan estúpido como para pensar que una labor de zapa tan constante perpetrada contra la unidad nacional como la que diariamente se venía perpetrando y si no se le ponía freno se iba a seguir perpetrando cada vez más no iba a acabar pasando factura (es una cosa de cajón, ¿no?)). Y explico a continuación del final de la descripción del libro, para quien no lo sepa, lo que significa ejercicio de funambulismo (usada en sentido figurado ahí, evidentemente): “Actividad o acción de gran riesgo en la que uno voluntariamente se aventura”./ El tocho fue escrito entre los años 2011 y 2013, sin que ni borracho se le hubiera podido ocurrir a su autor, quien esto escribe, darlo a leer a ninguna editorial, entre otras razones porque tiene cuatro características en su contra, las cuales, todas juntas, son demasiado para el cuerpo: 1ª. Dice verdades como puños pero, ay: tan desagradables como políticamente incorrectas. 2ª. Es humorístico. 3ª. Su autor no tiene relevancia social, no sale en la tele ni en los papeles y no conoce a nadie en las alturas. Tampoco es profesor de la enseñanza del estado, lo cual, manda huevos, puntúa negativamente. 4ª. Su autor no estaba dispuesto a cambiarlo y, mucho menos, a autocensurarlo, pues lo tenía claro: para publicar una mierda incolora, inodora e insípida, una más para la gran colección de los libros de la supina vacuidad, y que le hiciera sentir vergüenza ante sí mismo, mejor lo dejaba criando telarañas en un cajón hasta que pudiera recurrir a la autoedición. No me lo autoedité hasta mayo de 2016 porque no sabía cómo se hacía eso (de hacer la versión digital de la forma exigida por Amazon se ha de encargar el interesado, y aunque hay empresas que te lo hacen, para mí hubiera supuesto eso todavía más lío ya que tenía muchas cosas, y de formatos y características complicadas, para autoeditar, así que hasta que no encontré el tiempo necesario para aprender a hacerlo yo personalmente, cosa que ocurrió en octubre de 2015, y luego para hacerlo, cosa que ocurrió en mayo de 2016, no lo pude editar)./ En 1979 Federico Jiménez Losantos había escrito un libro, “Lo que queda de España”, que ya había dicho suficientemente claro lo que iba a pasar (lo terminó reproduciendo unas lapidarias palabras que Jovellanos dijo antes de morir, de las que son parte éstas, que cito de memoria: <<nación sin cabeza>>). O sea, nación. Entera. Todo el paisanaje: del rey al último mono. Y lo que yo hago es ir retratando todos esos diferentes estratos sociales, pero no así, sin más, que es poco despiadado y apenas hace sangre, sino con el cruel látigo del humor. Es una aproximación distinta, ya lo dije al principio, y en eso consiste a mi modo de ver el interés de un libro que a estas alturas de la película no debería ser capaz de abrirle los ojos a nadie, ya que por mucho que tantos hayan venido siempre cerrando los ojos con fuerza para no ver la desagradable realidad, ésta ha acabado abriéndoselos a hostias, pero que sí que podría conseguirlo si no fuera porque quienes de verdad no quieren tener la menor relación con la actividad cerebral, sino con la visceral, son un caso perdido y ante ellos no hay nada que hacer. No hay peor ciego –sobre todo político– que el que no quiere ver. Pues ¿quién está dispuesto a ver que la madre del cordero está en la diabólica politización de la vida? Diabólica porque la política, en forma de supuesta democracia o en la forma que sea, ha sustituido en según qué lugares a la religión, y el estado partitocrático a Dios. España se empezó a ir de verdad al carajo cuando en el siglo XIX empezó a enfermar seriamente de política al tiempo que se hacía cada vez más atea (nunca antes hubo políticos: unos cuantos funcionarios, entre ellos los reyes cuando, lejos de dedicarse al ganduleo y a saltar de cama en cama como la Isabelita del XIX, eran los que más curraban; cuatro gatos haciendo el necesario papeleo y pare usted de contar, hasta en el periodo de máximo esplendor de España, que si pudo haberlo fue, entre otras cosas, precisamente por eso: porque todavía no había sido inventada la división de las gentes entre las de izquierdas y las de derechas, con los políticos azuzando sin parar a las unas contra las otras mientras pescan en ese río revuelto llamado política de partidos o partitocrática, donde la política consiste en eso: en atacar al partido rival y en enemistar entre sí a los demás, o sea, una perfecta mierda). Estaba unida España, en aquellos tiempos a salvo de políticos, de forma natural, por voluntad de sus partes constituyentes, a quienes les interesaba más la unidad que lo contrario y que no encontraban en ello gran problema gracias a una forma de espiritualidad (y por ende una forma de entender la vida) idéntica, y empezó a desunirse de forma alarmante cuando el veneno de la política invadió sus vidas y empezó a meter las narices en todo lo que hasta ese momento había funcionado suficientemente bien para preservar la nación, llegando en ello, en esa destructiva labor de zapa, a lograr, a finales del siglo XX, acabar con cualquier rastro de verdadera espiritualidad compartida, sin la cual es imposible una homogeneidad en la forma de entender la vida que a su vez propicie la unión. Unos males fácilmente conducen a otros, y como derivación de esa politización repugnante, como reacción ante los nuevos males traídos por la política, surgieron los nacionalismos periféricos, que es más politización aún, o sea: si no querías caldo, pues ahora toma dos tazas. Ya en el siglo XX, a golpe de dictadura se mantiene la unidad y más vale algo que nada: si lo bueno no puede ser por las buenas, pues que sea por las malas, qué le vamos a hacer. Pero claro, como es lógico no a todo el mundo le convence eso de que haya que estar unido a los demás por decreto, que es como con el coco lavado por los nacionalismos ahora se entiende lo de la unión: como insoportable coacción. Los amores perdidos no se recuperan así, obligando a amarte al que no quiere, porque ahora resulta que prefiere odiarte. Mal asunto, pues. Termina la dictadura, con la muerte del sobrio autócrata (más que dictador) en la cama en 1975, y se redacta y aprueba una constitución que hace obligatoria la unidad mientras por otro lado, y como queriendo que se le perdone ese gesto tan dictatorial de obligar a estar unidos, abona el terreno para que quien la quiera romper la rompa sin problemas y encima, vivir para ver, cobrando por ello del estado español: ¡el estado español financia no sólo a sus enemigos, sino, lo peor de todo, a los de la nación española, que, a diferencia del estado, no es pertenencia de los políticos, ya que es patrimonio común no ya de los españoles vivos, que podrán votar lo que voten, sino de los españoles muertos, gracias a los cuales la nación española existe como legado, y en cuya memoria es abyecto ciscarse! O sea, que lo que se hizo con esa constitución fue un pan como unas tortas, un desastre de los de reír por no llorar. Luego los nacionalistas, o sea, políticos, educan en el odio a los demás, porque para eso el estado español les ha concedido ese privilegio y encima con todos los gastos pagados. Siempre la política, o más exactamente el exceso de política, estropeándolo todo, y ahora la convivencia en primer lugar./ La politización de la existencia es lo que tiene: que te la envenena. Mientras no se quiera ver eso, no hay nada que hacer y todo seguirá más o menos lo mismo, todo más o menos igual de liado y podrido. Si nadie quiere ver que lo necesario es el vigor y la nobleza espiritual con la vista puesta en Dios, porque resulta que lo importante en estos nuevos tiempos de la mierdocracia son cosejas como que si la prohibición gubernamental de fumar en los bares o que si la nueva subida de tal o cual impuesto, pues habrá juerga para rato./ Para terminar, he aquí un comentario que completa lo antes dicho de que todos culpables por pensar que lo importante es cosas como evitar que el gobierno te multe, que no digo que no sea importante, ya lo creo: si no tienes eso en cuenta es que casi eres hombre muerto. Pero claro, es que sucede que algo no marcha bien cuando lo importante es eso, esas menudencias insignificantes comparadas con los grandes conceptos de Dios, Gloria y Eternidad, y lo que se quería decir es que también habría que tener eso en cuenta, que algo falla cuando las cosas son así, cuando sólo importa lo de la menor entidad, y actuar en consecuencia. Un actuar en consecuencia que no sería, lógicamente, ponerse a ver fútbol o telebasura, como se dice en un comentario en un artículo de Fernando Sánchez Dragó, titulado “Alea jacta est”, en el periódico El Mundo del 2017 (es el comentario de eeccbboo): <<[El presidente del gobierno Mariano] Rajoy el Tranquilo no es el único culpable [de lo que está pasando con los separatismos en general y con el catalán en particular]. Desde luego. Culpable, la Constitución, con sus nacionalidades y su educación en manos de las autonomías. Culpables, los políticos que engañaron al pueblo para que la votara; a la cabeza [el presidente Adolfo] Suárez.. Culpables, todos los gobiernos, que a cambio de los votos nacionalistas les han ido dando cuanto querían. Para poder robar todos en paz, y enriquecerse. Culpables nosotros, el pueblo, que les hemos votado, atentos a lo que de verdad nos importaba: el fútbol, el famoseo, y que “Curro se pudiera ir al Caribe”. Recojamos ahora el fruto en donde nos duele, en lo único que nos duele: la Economía, el bolsillo. Nos lo hemos ganado a pulso, amigos>>.
- [En entrevista de Jesús Amilibia a José Antonio Jáuregui (antropólogo que acaba de publicar el libro <<España vertebrada>>, en el que trata de demostrar que Ortega y Gasset se equivocó en su tesis mantenida en <<España invertebrada>>, ya que, según él, España está en permanente proceso no de desvertebración, sino de lo contrario: de vertebración):] -[Jesús Amilibia] ¿Es éste el libro de un patriota? -[José A. Jáuregui] Sí, creo que sí. No oculto mi pasión por España. -[Jesús Amilibia] La palabra patriota [patriota español (porque patriota regional sí que tiene prestigio)] dejó de tener prestigio hace tiempo. Se identifica con la extrema derecha o con el conservadurismo. -[José A. Jáuregui] Grave error confundir el amor a la patria con políticas de extrema derecha o nazis. O simplemente con la derecha. -[Jesús Amilibia] Dijo [el escritor de principios del XIX Mariano José de] Larra: <<Aquí yace media España, la mató la otra mitad>> [debido a la división política que hay entre derechas e izquierdas, añadida a la división, también política, entre partidarios de la unidad nacional y enemigos de ella]. -[José A. Jáuregui] Es bueno recordarlo todos los días [sobre todo tras haber llevado dicha división a la Guerra Civil de 1936-1939]. -[Jesús Amilibia] ¿Cuál sería nuestro gran pecado? -[José A. Jáuregui] El no conocernos, el olvidar o no conocer nuestra historia*. La Razón,28-6-2004. [* Que por ejemplo sirve para saber, por si no fuera suficientemente obvio, que la unidad, además de hacer la fuerza, evita conflictos. Cosa que no parece ser para muchos suficientemente obvio, ya que hay que explicar que nación grande es mejor que nación minúscula, como se hace por ejemplo en este fragmento de un artículo de crítica a los aldeanismos insolidarios propiciados por el proceso de desvertebración o desunión de las diferentes regiones de España generado por el modelo de organización del estado español vigente durante las últimas cuatro décadas: <<¿Por qué es preferible la nación a la autonomía [o región autónoma]? Porque amplía lazos>> (Cristina López Schlichting. La Razón,21-5-2010)].
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